'The Mandalorian': el Star Wars más polvoriento
La primera serie en acción real de 'Star Wars' creó a una nueva estrella de la saga
Durante muchos años después de la trilogía de precuelas, George Lucas intentó poner en pie una serie en acción real de Star Wars. El título provisional era Star Wars: Underworld y Lucas pretendía que fuera una historia más cercana al noir clásico de los 40 que a las aventuras para toda la familia (y las historias de samurai) de la trilogía original. Era 2005 y, entonces, los únicos hogares que podía tener la serie eran una cadena en abierto (se hablaba de una ABC que había encontrado un nuevo éxito con Perdidos) o una de cable, pero ninguna disponía del suficiente presupuesto para sacar adelante el proyecto, por lo que nunca llegó a ver la luz.
Saltamos a 2012, fecha en la que Disney compra Lucasfilm. Lo primero que anuncia la compañía es que va a explotar de nuevo la saga de Lucas con nuevas películas y, para cuando Disney+ aparece, en 2019, también se afirma que el viejo sueño del director de tener una serie de acción real ambientada en su universo se cumplirá. Sin embargo, no será su proyecto de cazarrecompensas y criminales de los bajos fondos de Coruscant, sino otro que parece recoger un viejo rumor en Hollywood de que Boba Fett, el mandaloriano que atrapa a Han Solo, podría tener su propia película.
No es Boba el protagonista de la nueva ficción, sino un personaje inédito y que, inicialmente, no tiene nombre. Es un cazarrecompensas que se mueve por planetas lejanos justo tras la caída del Imperio, y a quien le encargan encontrar un misterioso paquete del que no sabe nada más que a quién debe entregárselo. Así arrancaba The Mandalorian, que lanzaba también la nueva plataforma de streaming y que, casi sin que nadie lo viera venir, crearía de paso a una nueva estrella de Star Wars: Baby Yoda.
Los responsables de desarrollar la serie eran dos veteranos de estos grandes universos con un fandom entregado, con muchas opiniones y, sobre todo, un sector dispuesto a protestar por cualquier mínima desviación de lo que considera canon. Por un lado estaba Dave Filoni, que se había encargado de las series animadas de la saga y, durante The Clone Wars, había trabajado muy próximo a George Lucas. Por el otro encontrábamos a Jon Favreau, responsable de lanzar el MCU gracias a Iron Man, la primera película de Marvel Studios.
Entre ambos pergeñaron una aventura que potenciaba el lado de western que también late en el corazón de Star Wars y su arranque en Tatooine. El mandaloriano del título es un tipo solitario, que sobrevive de trabajo en trabajo, que no hace preguntas y que perfectamente puede disparar primero. Los lugares en los que cobra sus recompensas son tugurios frecuentados por forajidos como él y sus botas están siempre cubiertas de la arena de los planetas por los que se mueve. Hasta que el “fugitivo” al que debe encontrar resulta ser un infante de la misma especie de Yoda que tiene que entregar a un antiguo cirujano del Imperio. Y las cosas empiezan a cambiar.
Aquella primera temporada resultó ser todo un fenómeno. El pequeño Grogu (ese es su nombre) se volvió omnipresente en camisetas, muñecos, tazas y todo tipo de merchandising relacionado y los episodios sorprendían por su entrega a las películas del Oeste más clásicas (hay uno en el que el protagonista es una especie de versión del Shane de Raíces profundas). De paso, hizo también una estrella del actor que ponía la voz y, en ocasiones, el cuerpo al mandaloriano, Pedro Pascal, alguien que había tenido su momento de fama con Juego de tronos pero que, aquí, fue catapultado a lo más alto de Hollywood.
Inicialmente, Mando tenía que resolver un problema en cada capítulo y esos problemas, aunque podían involucrar a personajes aparecidos en libros del universo expandido o en las series de animación, no estaban conectados con la historia más amplia de la saga de los Skywalker, el ascenso o caída del Imperio y el regreso de los jedi. Sin embargo, conforme el mandaloriano va averiguando quién es Grogu y por qué hay tanta gente interesada en ponerle las manos encima, empiezan a entrar en liza antiguos oficiales imperiales con agendas ocultas y personajes bien conocidos de la trilogía original de George Lucas.
The Mandalorian fue la primera de las series de acción real de la saga para Disney+, y también la más exitosa. Su sombra se dejó sentir en El libro de Boba Fett y es, de algún modo, la piedra de toque de todas las demás que se han ido estrenando. A todas se las compara con ella o con Andor, incluso cuando claramente siguen un camino propio como Ahsoka o la nueva The Acolyte. No obstante, que se haya querido integrarla tanto en el canon de las películas originales no le ha hecho ningún favor, ya que donde mejor funcionaba era en el seguimiento de Mando de planeta en planeta buscando los botines que le permiten seguir adelante.
Lo que sí hace es otorgar sus momentos de gloria a los mandalorianos, esos personajes con los que se obsesionaron los fans casi simplemente porque Boba Fett era un muñeco molón, y profundiza en su manera de ser, sus costumbres, en por qué nunca se quitan el casco y en el trauma colectivo que muchos de ellos arrastran por las diferentes guerras que asolaron Mandalore, su planeta natal. Y también muestra que el camino para Star Wars está en televisión, y no tanto en el cine.
Los datos de la serie
Dónde verla: Disney+.
Temporadas y capítulos: Tres, de ocho episodios. Está renovada por una cuarta temporada y tendrá también una película.
Creador: Jon Favreau, basada en la saga Star Wars.
Reparto: Pedro Pascal, Ming-Na Wen, Katee Sackhoff, Gina Carano, Bill Burr, Giancarlo Esposito.
Si quieres más
Leer: Este es el camino: el fenómeno mandaloriano, de Javier Peinado, es un repaso por la historia de estos personajes a lo largo de la saga Star Wars.
Ver: La remesa mala es una serie animada que se fija en otros secundarios de la saga, los soldados clon.
Escuchar: Main theme, de Ludwig Göransson, es la sintonía de la serie, que aúna los aires de western con los toques de aventura espacial.