'The Flash': corre, Barry, corre
La serie superheroica juega también con los viajes en el tiempo
Durante la década de 2010, DC encontró un pequeño refugio ante el dominio de la taquilla cinematográfica de Marvel en televisión y, en concreto, en una cadena orientada entonces al público juvenil como The CW. Allí consiguió construir un DCU que se le resistía en el cine a partir de Arrow, que trasladó el tono taciturno del Batman de Christopher Nolan (y algunos de sus villanos) a la historia del hijo de un millonario que acaba reconvertido en una especie de Robin Hood para su ciudad. El éxito de aquella serie llevó a que, en la segunda temporada, se introdujera a un nuevo personaje con la esperanza de darle su propio spin-off al año siguiente: Barry Allen, el joven técnico de la policía a quien alcanza un rayo que lo transforma en el hombre más rápido del mundo.
Con el viejo truco del backdoor pilot (utilizar un capítulo de una serie en marcha para presentar una derivada de ella), DC lanzaba su segunda ficción en aquel universo, The Flash, que a la sazón acabaría siendo también la más longeva y su otra piedra fundacional (a partir de Arrow y ella surgiría, por ejemplo, Legends of Tomorrow). Representaba, además, el reverso tonal de las desventuras de Oliver Queen porque a Barry le gustaba tener esos poderes y no llevaba el peso del mundo sobre sus hombros. Sí, cargaba un trauma que daría mucho juego (su madre fue asesinada y su padre estaba en la cárcel por ello, aunque él sospechaba que le habían tendido una trampa), pero no era un personaje traumatizado y serio.
Así que The Flash era más ligera (por eso sus crossovers con Supergirl funcionaban tan bien, porque Barry y Kara disfrutaban su vida) y, muy probablemente, también por eso consiguió rápidamente llegar a un público bastante más joven de lo habitual en estas series. Barry ayudaba a atrapar a metahumanos (la versión de DC de los mutantes) que causaban serios problemas en Central City y, para ello, trabajaba con un equipo en Star Labs que, al mismo tiempo, intentaba averiguar hasta dónde podían llegar sus poderes.
The Flash es un buen ejemplo de lo que hacía que funcionaran aquellas ficciones “pijameras” de The CW. Tenían un punto de partida sencillo, un esquema de “villano de la semana” clásico de la televisión de toda la vida, cada protagonista lidiaba de manera diferente con los cambios que acarreaba su habilidad y siempre había también una historia que recorría toda la temporada, o gran parte de la serie. Oliver Queen, por ejemplo, vivía atormentado por la promesa que le hizo a su padre antes de morir de ajustar cuentas con todos los que estaban aprovechándose de la ciudad (los que habían “fallado a la ciudad”, como repetía cada vez que se enfrentaba a ellos), mientras Barry buscaba la manera de demostrar que su padre era inocente del asesinato de su madre.
Aquí es donde entra el principal componente de ciencia ficción, que es la hipervelocidad de Flash le permitía viajar en el tiempo. Por supuesto, en cuanto se da cuenta de que es capaz de hacerlo, lo primero que hace es salvar a su madre, lo que crea unas ramificaciones que centran el cómic Flashpoint, tan célebre y exitoso que no solo la adaptó la serie en la quinta temporada, sino que centró también la película con Ezra Miller que, de remate, parecía estar tomando buena cuenta de lo que funcionaba en televisión para aplicarlo a la gran pantalla (con poco éxito).
Esos viajes al pasado y la revelación de que existen universos alternativos (el Arrowverso lo hizo antes que el MCU) permitió ampliar, y complicar, la mitología de la serie, introducir a villanos con la capacidad de moverse entre tiempos y mundos como si fueran a la casa del vecino a pedir sal y, por supuesto, facilitar aquellos crossovers a cinco series que se emitían antes del parón navideño y que, muy a menudo, eran el gran punto álgido de todas las ficciones.
Además, esta The Flash era una oportunidad de reivindicar al personaje después de una fallida serie de 1990 producida al calor del éxito del Batman de Tim Burton. Solo tuvo una temporada y, realmente, era un intento muy estimable que, sin embargo, dudaba entre entregarse al lado gótico de aquel Hombre Murciélado o hacer algo más desenfadado, y quizá ahí estuvo la razón por la que no acabó de conectar con la audiencia. La nueva versión, sin embargo, sí que quiso homenajear de algún modo a la primera serie teniendo a su Barry Allen, John Wesley Shipp, como el padre de este Barry. Hasta su traje acabó pareciéndose mucho al primero.
Esa es una característica que compartían todas las series de este Arrowverso producido por Greg Berlanti, los guiños hacia pasadas versiones del mismo personaje y los actores que les habían dado vida, además de a los cómics, por supuesto. Y no ignoraban el resto de ficciones de ese universo compartido, sino que los chicos de Star Labs sabían lo que pasaba en Star City (hogar de Oliver Queen) y eran conscientes de la existencia de Kara Danvers y Kate Kane en su Tierra alternativa. Esa sensación de conexión era otra de sus virtudes, además de que, en el fondo, todas hablaban de, una manera y otra, de la familia, ya fuera de sangre o encontrada.
Por supuesto, series tan longevas como la propia The Flash acababan dando vueltas sobre sí mismas, reciclando villanos y teniendo dificultades para encontrar retos a la altura de su héroe, pero su pretensión de entretener y ser fiel a sus personajes terminaba por imponerse la mayoría de las ocasiones. Y se agradecía que hubiera al menos un superhéroe que no sufriera por serlo. ¿A que a ti también parecería increíble correr a la velocidad del sonido? Pues eso.
Los datos de la serie
Dónde verla: Max.
Temporadas y capítulos: Nueve, de entre trece y 23 episodios cada una.
Creadores: Greg Berlanti, Andrew Kreisberg y Geoff Johns, basada en el personaje de DC Cómics.
Reparto: Grant Gustin, Candice Patton, Danielle Panabaker, Carlos Valdés, Jesse L. Martin, Tom Cavanagh, Keiynan Lonsdale.
Si quieres más
Leer: Flashpoint, de varios autores, es el evento crossover de DC impulsado por Flash más conocido, y el que ha sido adaptado ya dos veces a la pantalla.
Ver: The Flash, de Andy Muschietti, es la largamente gestada película sobre el personaje tras su aparición en Liga de la Justicia.
Escuchar: The fastest man alive, de Blake Neely, es la composición principal de la banda sonora de la serie.