'Impulse': en busca de lo original
Una de las pocas series de YouTube Premium ofrecía una mirada distinta a los superhéroes
El género de los superhéroes está realmente muy saturado desde que Marvel arrancó su década de dominación de las taquillas con Iron Man, en 2008. Lo está porque, además de las adaptaciones de esa compañía y las de su gran rival, DC, el éxito de aquella película motivó a que surgieran otras historias superheroicas alejadas de Superman, Batman y demás. En realidad, habría que remontarse a X-Men, la película que Bryan Singer dirigió en 2000 sobre los mutantes de la Patrulla X y que fue un éxito inmediato. Sin ella, quizá, no habría existido más tarde el MCU.
Y sin esa idea de las personas corrientes que desarrollan habilidades sobrenaturales, y se ven perseguidas por ello, no habríamos tenido series como la demasiado breve Alphas o Impulse, que partía del muy clásico tropo de la adolescente que, de repente, descubre que es muy poderosa, pero sin ningún control sobre ello. Lo curioso de ella es que formaba parte de la cosecha inaugural de series de producción propia de YouTube, creada en 2005 como una manera de compartir vídeos entre colegas sin más pretensiones y que, al año siguiente, fue comprada por Google por más de 1.600 millones de dólares.
Con la compra llegó una ampliación del modelo de negocio que incluía publicidad y, con el tiempo, una opción Premium, en la que los usuarios podían suscribirse y ver sus vídeos sin anuncios. Al principio, en 2014, eran solo videoclips musicales; al año siguiente, YouTube Red se amplió a todo el catálogo y, en 2016, se subió al carro de Netflix y Hulu entrando en la difícil arena de la producción de contenido original, ya fueran programas variados de sus personalidades propias, docuseries, animación para niños o ficción en acción real. Probablemente, el estreno que alcanzó mayor renombre fue Cobra Kai, que estaba producida por Sony y que era una secuela de Karate Kid y quería exprimir al máximo la nostalgia por su infancia de los cuarentones que, muy probablemente, eran quienes más pagaban por el servicio.
También era la que tenía más probabilidades de sobrevivir cuando la compañía viera que no era un negocio viable, lo que ocurrió a finales de la década de 2010. Cobra Kai seguiría explotando esa nostalgia en Netflix y las demás series se quedarían en ese limbo extraño del actual YouTube Premium, aunque la lógica empresarial detrás de ellas no era muy diferente de la que había puesto en pie aquella ficción. Por ejemplo, Impulse estaba concebida como parte del universo de Jumper, película de 2008, dirigida por Doug Liman, en la que Hayden Christensen era un joven con la habilidad de teletransportarse a cualquier lugar del mundo, lo que le ponía en el punto de mira de una siniestra organización.
Dicha organización, más los poderes de su protagonista, eran su punto de contacto con Impulse, que puso en marcha Jeffrey Lieber, más conocido como el otro creador de Perdidos, el que desarrolló primero la idea original de aquel ejecutivo de ABC antes de que J.J. Abrams y Damon Lindelof le dieran la forma que se vio después en televisión. El mundo se basaba en una trilogía de novelas de Steven Gould, lo que daba pistas a los ejecutivos de que había una mitología y un universo lo suficientemente amplios para situar a otros protagonistas en su centro, así eligieron a una adolescente de 16 años. Ese tramo de edad permitía explotar también la ya vieja analogía del descubrimiento de los poderes y el coming-of-age.
Henrietta, o Henry, no es la chica popular del instituto. De hecho, podría encajar entre una de las rebeldes porque su vida familiar no es la mejor y no es raro que se meta en problemas. Hasta que acaba en la furgoneta del capitán de baloncesto de su instituto, este intenta violarla y la respuesta física de Henry es tener convulsiones y, de repente, teletransportarse. La onda expansiva de dicho poder destroza el vehículo y deja parapléjico al chico, por lo que los primeros momentos de Henry como “superheroína” no son, precisamente, los más emocionantes.
Que Henry solo pueda teletransportarse en situaciones de peligro extremas, y que ella sea incapaz de controlarlo, acaba llamando la atención de unas siniestras personas que empiezan a perseguirla, ante lo que solo puede huir y buscar la manera de aprender a utilizar ese poder, no solo en su beneficio, sino para no hacer daño a nadie por el camino. Lo que es un punto de partida interesante, aunque no tan original, para una historia de este estilo. Se parece un poco al de Esta mierda me supera, que es posterior y que incluye una pátina a lo John Hughes que la diferencia de Impulse. Esta opta por algo más de naturalismo: podría ser la historia de una adolescente pobre que intenta salir adelante en un pueblo gris que no le hace ningún bien, y a quien la teletransportación, inicialmente, solo le trae nuevos problemas.
En su momento, de lo que más se habló fue, precisamente, que Henry descubriera esos poderes al ser agredida sexualmente. La serie se estrenó un par de años después de que MTV emitiera Sweet/Vicious, que seguía a dos universitarias que se disfrazaban de ninjas para vengarse de los chicos que abusaban de compañeras en fiestas y salían impunes de sus actos. Henry tenía que lidiar con que el trauma de su propia agresión estuviera asociado a esa habilidad que la hacía superhumana y que, al mismo tiempo, la situaba en el punto de mira de una organización clandestina, así que partía de un sitio un poco más complicado de lo habitual en las historias de superhéroes.
Aunque, en el fondo, no dejaba de ser una variación de los mutantes de X-Men y de todo lo que Marvel había explorado con ellos desde los 60. Que sean personas corrientes que desarrollan poderes sobrehumanos los convierte en analogías bastante directas de la discriminación y odio hacia grupos que se consideran diferentes, ya sea por su color de piel, su identidad sexual, su origen… Impulse tenía bastante potencial que no consiguió desarrollar del todo, en parte, porque la decisión de YouTube de no continuar produciendo ficción llevó a su cancelación en la segunda temporada, y en parte porque cayó en algunas narrativas más convencionales.
Los datos de la serie
Dónde verla: YouTube Premium.
Temporadas y capítulos: Dos, de diez episodios cada una.
Creador: Jeffrey Lieber, basado en la novela de Steven Gould.
Reparto: Maddie Hasson, Sarah Desjardins, Eneka Okuma, Keegan Michael-Key, Missi Pyle, Craig Arnold.
Si quieres más
Leer: Jumper, de Steven Gould, es la novela de la que parte todo el universo de la serie.
Ver: Capa y Puñal sigue a dos jóvenes, de extracciones sociales muy diferentes, que adquieren al mismo tiempo poderes aparentemente contrarios.
Escuchar: 1937 State Park, de Car Seat Headrest, es la primera canción que se escucha en la serie.