'The Lazarus Project': así se pierde la guerra del tiempo
Una vuelta de tuerca al dilema más clásico de los viajes en el tiempo
La ficción británica entrega de vez en cuando un título de ciencia ficción con una premisa high concept o, como mínimo, peculiar. En 2009, por ejemplo, BBC estrenaba Paradox, en la que un astrofísico recibía, durante un periodo especialmente intenso de actividad solar, imágenes sueltas que parecían predecir un evento que ocurriría en los días siguientes. En 2022, era Sky la que seguía explorando esa idea de evitar catástrofes antes de que se produzcan con The Lazarus Project, que añadía una organización gubernamental secreta y un arranque muy clásico: un nuevo recluta en el proyecto que, de repente, se plantea saltarse todos los principios de su puesto.
George (Paapa Essiedu) es ese nuevo recluta que empieza a trabajar para el Proyecto Lázaro, dedicado a evitar desastres con consecuencias de extinción de la raza humana yendo hacia atrás en el tiempo, al momento anterior a que tengan lugar. Si tienen éxito, nadie se dará cuenta; como mucho, habrá un pequeñísimo salto en los relojes. Si fracasan, la humanidad será arrasada. Disponen para ello de una máquina del tiempo que solo puede usarse en esos casos, y nunca con propósitos personales. Es decir, que los agentes de Lázaro tienen prohibido ir a, por ejemplo, el día en el que su madre fue asesinada para intentar salvarla. Cuando Flash lo hizo, lió una buena.
Aquí es donde se le presenta el gran dilema a George, porque todo lo que él quiere es impedir que su novia sea atropellada delante suya, un accidente mortal del que se culpa. Y, al mismo tiempo, hay alguien viajando también al pasado con el objetivo de interrumpir la misión de los agentes de Lázaro y dejar que la humanidad se extinga. Es decir, que George no empieza en su nuevo trabajo con demasiado buen pie.
Esta pretensión de emplear un ingenio para viajar al pasado y salvar a ese ser querido cuya muerte te traumatizó es otro tropo clásico. El conflicto del personaje de Rodolfo Sancho en El Ministerio del Tiempo es exactamente ese, por ejemplo, y ya hemos citado antes a Flash, que utiliza su supervelocidad para viajar al pasado y salvar a su madre de morir asesinada, solo para crear toda una línea temporal alternativa conocida como Flashpoint. La moraleja en estas historias siempre es que es necesario aprender a no obsesionarse con la muerte de alguien a quien queremos mucho, que tenemos que dejarlos ir y asumir que ya no están, u ocurren terribles eventos que pueden destruir el mundo tal y como lo conocemos.
La gracia de The Lazarus Project es cómo integra esa ambición de George con el thriller en el que se convierte la búsqueda de esa persona que intenta deshacer todo el trabajo de la organización. Por supuesto, suscita debate sobre si no se debería dejar que, efectivamente, la humanidad se extinga como forma de expiar sus malas acciones que la han llevado precisamente a acabar de esa manera. ¿Merece una segunda oportunidad pese a todas las guerras, conflictos y actividades contra el planeta en los que se mete sin pensar en las consecuencias?
La serie, por supuesto, no pretende dar una respuesta definitiva porque, en realidad, en la emoción de la persecución de ese supuesto villano y en la incertidumbre de si George conseguirá salvar a su novia es donde está el quid de toda la cuestión, especialmente si el protagonista logra su propósito y, de resultas, genera una reacción en cadena todavía más perjudicial. Pero, en ese caso, ¿por qué él no puede hacer lo que el proyecto lleva a cabo diariamente?
La segunda temporada, precisamente, sitúa a George en una situación de desventaja frente a sus compañeros, cuya confianza traicionó en los primeros capítulos. Pero es de las pocas personas capaz de recordar los eventos anteriores al reseteo del Proyecto Lázaro, por lo que no pueden echarlo y, además, lo necesitan para acabar con las amenazas externas al propio proyecto y con las personas que aspiran a viajar al pasado por su cuenta.
El camino vital de George puede recordar un poco al de Gwen Cooper en Torchwood: ella también es la nueva en el equipo, a través de quien conocemos el trabajo de esa organización secreta que se dedica a perseguir a las criaturas que entran en Cardiff a través de una fractura espaciotemporal situada justo en la bahía, y sus vivencias allí la cambian mientras, al mismo tiempo, ella intenta que Torchwood funcione de una manera menos fría y funcionaral.
Cuando la ficción británica se adentra en caminos de género, suele optar por puntos de vista o tramas un poco diferentes de lo habitual. En el caso de The Lazarus Project, es esa mezcla entre lo muy grande (impedir la extinción de la humanidad) y lo pequeño (salvar a tu novia), y en el equilibrio entre ambas partes se encuentra lo interesante.
Los datos de la serie
Dónde verla: AMC+
Temporadas y capítulos: Dos, de ocho episodios cada una (la segunda se estrena en España el 15 de enero).
Creador: Joe Barton.
Reparto: Paap Essiedu, Tom Burke, Anjli Mohindra, Caroline Quentin, Charly Clive, Rudi Dharmalingam.
Si quieres más
Leer: Así se pierde la guerra del tiempo, de Amal El-Mohtar y Max Gladstone, encuentra una original manera de contar una historia romántica en medio de viajes temporales.
Ver: Primer, de Shane Carruth, sigue a dos ingenieros que inventan en el garage de casa de uno de ellos una máquina del tiempo.
Escuchar: Lazarus, de Porcupine Tree, es una de las canciones que lleva el nombre del hombre a quien Jesús devuelve a la vida.