'Terminator Zero': el día del juicio
La serie animada continúa explorando el universo creado por James Cameron
El 29 de agosto de 1997 es el día del juicio final en el universo de Terminator. Es la fecha en la que Skynet, esa inteligencia artificial que los humanos han creado para controlarlo todo, se vuelve consciente y responde a los intentos de desactivarla con un holocausto nuclear. Es lo que Sarah Connor y su hijo tienen que evitar en Terminator 2, una de las escasas secuelas que se considera que supera a su original (algunas de las otras son Aliens, El padrino II o El Imperio contraataca), y es un evento que planea sobre cualquier nueva historia que se cuente dentro de ese universo. Y se han contado unas cuantas desde 1984, solo que la mayoría han tenido poco acierto.
La historia creada por James Cameron es, desde luego, lo suficientemente amplia y atractiva para que sus secuelas exploren distintas avenidas. Si la resumimos mucho, es la historia de un androide exterminador del futuro que viaja al pasado para matar al líder de la resistencia contra el dominio de las máquinas antes de que nazca. Es decir, su misión es matar a su futura madre, Sarah Connor. Es una variación del famoso tropo de los viajes en el tiempo de la posibilidad de asesinar a Hitler cuando aún es un bebé y es, además, una de las influyentes en el cine de género posterior.
El problema es que la propia saga estaba dando la sensación de haber perdido el rumbo en los últimos años, si exceptuamos la serie Las crónicas de Sarah Connor. Ha habido intentos de reiniciarla que no han salido bien y, al final, por lo que se ha optado es por algo que está volviéndose muy común a la hora de continuar franquicias veteranas que no dan con la tecla para seguir adelante en el cine: una serie de animación.
Aquí se une el interés de Netflix por engordar su catálogo de anime y animación para adultos a través de ficciones basadas en videojuegos y continuaciones de películas como esta Terminator Zero, un caso claro de serie que resulta mejor de lo que, probablemente, nadie esperaba. Su estilo de animación es de clásico anime ligeramente occidentalizado, pero traslada la acción a Japón y se olvida de la familia Connor. Sus protagonistas son Malcolm Lee, sus hijos, una soldado enviada desde el futuro y, por supuesto, un terminator que también viene de esos años postapocalípticos con la misión, por supuesto, de acabar con Lee.
La gracia está en que el “presente” de la serie es el verano de 1997 y, en concreto, los días previos a ese Día del Juicio Final en el que Skynet arrasa con todo. Transcurre más o menos en paralelo a los eventos de Terminator 2 y también se conecta con algunas de las últimas secuelas al mostrar el nacimiento de otra IA, Kokoro, creada en teoría para enfrentarse a Skynet y salvar a la humanidad. Mientras los hijos de Lee se las ven con un terminator invencible por los subterráneos de Tokio, este se dedica a debatir cuestiones filosóficas con Kokoro con la esperanza de encaminar su aprendizaje hacia esa salvaguardia de sus creadores.
Ahí recuerda un poco a Ghost in the shell y otros títulos japoneses sobre la relación entre humanos y robots conscientes, y la posibilidad de que exista algo parecido a un alma en esas máquinas. Es un cambio de tercio interesante dentro de la franquicia mientras entrega en el resto todo lo que se espera de ella: un futuro con los humanos totalmente a merced de Skynet, un terminator imposible de matar y que jamás abandona su misión y una enviada del futuro que sabe que, probablemente, morirá en el pasado y que está dispuesta a lo que sea con tal de evitar que ese futuro postapocalíptico se produzca.
Terminator Zero reúne los intereses temáticos de su creador, Mattson Tomlin, que ya había dirigido una película sobre una rebelión de robots (Madre/Androide), y la experiencia en el anime de su director, Masashi Kudô, versado especialmente en títulos de ciencia ficción y de acción. De alguna curiosa manera, resulta una inspirada mezcla de ambos mundos: es una historia de Terminator que transcurre en un país aún marcado por el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki y donde solo dos años antes de los eventos de la ficción se había producido un ataque con gas sarín en el metro de Tokio.
La manera en la que la sociedad japonesa respondió ante aquel atentado marca cómo percibe la toma de control de Skynet, sobre todo porque vemos que por toda la ciudad hay unos robots de servicio a los que la gente se ha acostumbrado, pero que a los que no se debería encargar ciertas tareas. Esos robots ayudan a pintar un panorama más completo del Japón que se enfrenta al Juicio Final; al convivir con las máquinas, la respuesta ante Skynet es ligeramente diferente que en Estados Unidos. Y el protagonismo recae en gran parte sobre los tres hijos de Lee, que aún no son adolescentes y, por tanto, se mueven por impulsos infantiles que tienen que evolucionar ante las situaciones en las que van encontrando.
Terminator Zero es una efectiva historia de humanos contra robots, aunque no sea especialmente original, y las discusiones éticas de Malcolm Lee con Kokoro la conectan con la tradición del anime que explora cómo sería una relación demasiado estrecha entre humanos y máquinas. Por supuesto, es tan violenta y sangrienta como la animación japonesa y deja la puerta abierta a que la historia continúe porque se muestra un panorama mucho más amplio, que merecería la pena continuar enseñando.
Los datos de la serie
Dónde verla: Netflix.
Temporadas y capítulos: Una, de ocho episodios.
Creador: Mattson Tomlin, basado en Terminator, de James Cameron.
Reparto (voces): Yûya Uchida, Hiro Shimono, Shizuka Ishigami, Saori Hayami, Toa Yukinari, Atsumi Tanezaki.
Si quieres más
Leer: Terminator. El libro del 40 aniversario, de Vicente Díaz, recopila cómo se hizo la película original de James Cameron.
Ver: Pantheon es una serie sobre dos adolescentes que entran en contacto con una tecnología que permite subir la consciencia de una persona a internet.
Escuchar: You could be mine, de Guns N’ Roses, era la canción de Terminator 2, la película en la que más se basa la serie.
No sabía que el director era el de Madre/Androide... desde luego aquí el resultado es mucho mejor. Ojalá segunda temporada