'Severance': la conciliación laboral extrema
La serie de Apple TV+ parte del supuesto de que, al salir del trabajo, puedas olvidar todo lo que haces en él
El debate sobre la conciliación entre el trabajo y la familia es uno que nunca pasa de moda porque es un asunto que siempre está por solucionar. Las largas horas de la jornada laboral, la dificultad para tener hijos en un ecosistema económico de precariedad, sueldos bajos y empresas que reparten bonus millonarios a sus ejecutivos mientras despiden a la mitad de la plantilla… Ningún país del mundo se libra del debate. En Estados Unidos, además, se añaden otros factores, como que tu seguro de salud depende de tu puesto de trabajo, que no existe la figura de la baja por maternidad y que hay gente cuya vida no se entiende sin su oficina, entre otros.
También están estas grandes corporaciones cuyos tentáculos alcanzan múltiples sectores al mismo tiempo y que, superficialmente, ofrecen a sus empleados todas las facilidades para que su vida en el trabajo sea lo más fácil posible… Lo que, por supuesto, allana el camino para que estos se pasen todo el día en la oficina. Una de esas empresas es Lumon Industries, la ficticia corporación en el centro de la serie Severance (el edificio que se ve en los episodios es la antigua sede de los Laboratorios Bell). Nadie tiene muy claro a qué se dedica Lumon, pero sí que da a algunos de sus empleados una elección: implantarse un chip en el cerebro que, cuando entren a trabajar, borre cualquier recuerdo de su vida en casa y, cuando salgan de la oficina, elimine la memoria de lo que hayan hecho en el trabajo.
Esto quiere decir que, al final, convierte al empleado en dos personas distintas: la de Lumon y la de fuera, dos personas que desconocen lo que hace la otra, y que para Mark, el principal protagonista, representa la solución para olvidar durante parte del día la muerte de su esposa. Casi puede decirse que la empresa ha encontrado la solución más drástica para ese debate sobre la conciliación laboral. Pero, por supuesto, no todo es tan reluciente como lo pintan. El mejor amigo de Mark en el trabajo deja de ir de la noche a la mañana y él empieza a tener algunas sospechas de que algo oscuro late bajo la fachada sobria e impoluta de Lumon.
Severance es una mezcla entre un thriller de aire muy setentero, con esos planos simétricos de Lumon y ese pueblo cubierto por la nieve y el silencio sobre los planes de la empresa, y el drama de Mark, incapaz de superar el fallecimiento de su mujer. Ben Stiller dirige varios de los episodios potenciando la simetría y la blanca austeridad de las oficinas de Lumon contra el estilo un poco menos pulcro del exterior, y cuando ese estilo se entromete en la jornada laboral, sabemos que hay algo que no está yendo como debería. A esa sensación de inquietud, de que la sombra de la empresa alcanza mucho más de lo que parece, contribuye también el personaje interpretado por Patricia Arquette, una ejecutiva intermedia de Lumon que está dispuesta a todo con tal de cumplir de tarea. O sus órdenes, como queramos verlo.
Con cada episodio sabemos algo más de lo que hay detrás de la compañía, pero esa información lleva a más preguntas. También hay otro personaje, Helly, que se obsesiona con “encontrarse” con su outie, que es como se denomina a su personalidad de fuera de Lumon (la de dentro es inie). Ella, desde el principio, se resiste a trabajar allí y quiere saber qué hacen y por qué tienen que separar esas dos facetas de sus vidas, pero nunca obtiene respuesta, lo que la empuja a tomar cursos de acción cada vez más radicales.
Severance consigue crear una atmósfera de intriga y de desconfianza que se refuerza porque el espectador sabe siempre un poco más que Mark, que parte con la desventaja de que existe toda una mitad de su vida de la que le es imposible acordarse. Además, en el pueblo, creado por Lumon para sus trabajadores, se empieza a extender un movimiento contra ese procedimiento de separación que, por supuesto, a la compañía no le conviene, añadiendo otro elemento más al tapiz.
La serie es una de las joyas del catálogo de Apple TV+, más reducido que el de otras plataformas de streaming porque solo incluye sus producciones propias, pero que apuesta por series de género que pueden ser más clásicas, como Silo o Invasión (o su gran título en este caso, Fundación), o tener este thriller que encaja más en los que dirigían Sydney Pollack o Alan J. Pakula, pero con un toque de ciencia ficción ligeramente distópica. Las grandes corporaciones con objetivos poco claros no son villanas solo en la actualidad, sino que lo han sido desde hace bastante tiempo, y lo mismo pueden ser grandes despachos de abogados (La tapadera) que empresas contaminantes que siempre se salen con la suya (gran clásico de Silkwood a El informe Pelícano, Erin Brockovich o The East).
Lo que ha cambiado es que esas corporaciones ahora son mucho más grandes y están presentes en muchos sectores económicos diferentes que, a la vez, se meten en bastantes lugares distintos de la vida de las personas. Se convierten en entes casi más abstractos contra los que es más difícil pelear porque, a veces, no sabes contra quién debes hacerlo. Las verdaderas intenciones de Lumon, y las circunstancias detrás de su fundación, resultan tan importantes para el misterio como qué pasó con ese compañero de Mark que ha desaparecido.
Severance fue, además, una de las revelaciones de 2022 porque conseguía tener una personalidad propia en medio de una premisa que perfectamente podría centrar un episodio de Black Mirror, poblando su mundo de personajes con sus conflictos y sus tramas teóricamente paralelas, pero que resultan importantes para el arco principal de qué ocurre realmente tras ese imponente edificio presidido por un relieve del fundador de Lumon que parece sacado de la Plaza Roja de Moscú.
Los datos de la serie
Dónde verla: Apple TV+.
Temporadas y episodios: Una, de nueve capítulos. Está renovada por una segunda entrega.
Creador: Dan Erickson.
Reparto: Adam Scott, John Turturro, Britt Lower, Patricia Arquette, Zach Cherry, Christopher Walken.
Si quieres más
Leer: La corporación, de Rob Hart. Imagina una gran empresa, tipo Amazon, que ofrece a los habitantes de un mundo distópico seguridad y confort a cambio de su trabajo.
Ver: ¡Olvídate de mí!, de Michael Gondry, sigue a un hombre que, tras una ruptura sentimental, quiere someterse a una operación experimental que borre todos sus recuerdos de su ex novia.
Escuchar: Shakey Jake, de Joe McPhee, le pone música a una de las escenas más peculiares de la serie.