'Loki': el glorioso juego temporal de Marvel
La serie sobre el hermano de Thor funciona cuando escapa del MCU
Durante más de una década, Marvel Studios ha sido la gran dominadora de las taquillas mundiales. En un Hollywood tomado al asalto por los algoritmos, los ejecutivos que proceden del mundo de los negocios o de la tecnología, pero no del entretenimiento, y la búsqueda de “apuestas seguras”, su oferta de superhéroes con historias conectadas y con capacidad para llegar a todos los públicos fue durante mucho tiempo la envidia de la competencia. A partir de Iron Man, en 2008, que no era un éxito tan seguro entonces, parecía que Marvel no podía fallar hasta que su fórmula se fue agotando. La retirada de los personajes que habían cimentado su ascenso expuso todos los problemas de concepción de sus obras que siempre habían estado ahí, al fondo.
De aquellos primeros personajes, uno de los más populares era el villano de las primeras películas de Thor, su hermano Loki. El dios del engaño exhibía unas ganas de divertirse que conectaban con el público, por lo que, cuando Marvel empezó a hacer series para Disney+, era bastante lógico que una de ellas estuviera protagonizada por Tom Hiddleston, quien da vida al personaje. Teniendo en cuenta que todos los títulos de Marvel forman parte del mismo universo cinematográfico y están conectados, esta Loki tenía que encajar en la continuidad mostrada, sobre todo, por las diferentes entregas de Los Vengadores y su pelea contra Thanos. Pero, al mismo tiempo, debía salirse un poco de ella porque, precisamente, Loki no terminaba demasiado bien esa pelea.
¿La solución? Llevar a la pantalla a la Autoridad de Variación Temporal (o TVA), una agencia encargada de verlas por la integridad de la línea temporal y evitar que se creen “variantes”, es decir, líneas alternativas en las que aparezcan versiones también alternativas de los protagonistas. Así es como Loki entra en contacto con ellos; de alguna manera, es rescatado de un momento complicado al final de Los Vengadores y se crea una variante que la Autoridad debe eliminar. El problema es que él no sabe de qué le está hablando nadie allí y no entiende por qué todos creen que hay múltiples Lokis dando saltos de una línea temporal a otra.
La conexión de la serie con el MCU es tangencial (aunque sí se usa la primera temporada para presentar a un villano que, teóricamente, tenía que ser importante en el futuro y que está en el limbo por los problemas con la justicia de su actor). Es verdad que el Multiverso era el nuevo objetivo de Marvel después de cerrar la etapa de Thanos, pero Loki funciona como una entidad independiente, y se agradece. El personaje está fuera de su línea temporal principal precisamente para eso y le permite escapar de muchos de los problemas habituales de los títulos marvelitas, que suelen perder fuerza y chispa al tener que integrarse forzosamente en el continuo total.
El fuerte de Loki, en teoría, es no plegarse a normas ni a lo que nadie le imponga, y la gracia de la serie es verlo hacerse a la idea de lo que son las variantes temporales, la TVA, la posibilidad de que haya múltiples versiones de él por ahí causando todo tipo de estragos y el hecho de que no puede escapar de allí. Y no será porque no deje de intentarlo, pero hay una misteriosa figura que se está dedicando a erradicar líneas temporales enteras antes de que la TVA pueda llegar para depurarlas, y la Autoridad quiere utilizar a Loki para encontrar a esa persona.
Lo que entrega la serie son aventuras de realidad alternativa en realidad alternativa, primero buscando a ese villano y, después, intentando arreglar el desaguisado organizado al final de la primera temporada. La estética de la ficción, las peripecias que vive Loki y su personalidad la hacen parecer a veces una versión con más dinero de Doctor Who, y no hay nada malo en ello.
También hay un camino vital que el dios del engaño atraviesa en la serie, y que tiene que ver con conocer a variantes suyas que exponen diferentes aspectos de su personalidad de los que se arrepiente o que le interesan. Y con la relación con Mobius, el agente de la TVA asignado a su custodia, que acaba embarcado en todas sus aventuras aunque solo Loki pueda llegar hasta el final de muchas de ellas. La cosa da tantas vueltas que es mejor no decir nada más, a riesgo de estropear alguna sorpresa.
Eso sí, merece la pena destacar el aspecto de la TVA como si fuera una oficina olvidada en unos grises años 60, la presencia de Miss Minutes (un reloj que, francamente, se parece más a una galleta Marbú Dorada) y un reparto que incluye a actrices británicas que han encontrado un hueco en Estados Unidos (como Gugu Mbatha-Raw y Wunmi Mosaku) y a otras más conocidas allí por sus trabajos televisivos (como Sophia Di Martino). También anda por la TVA un Owen Wilson que todavía mantiene el cariño del público, y que imprime a Mobius de un aura de funcionario irritado por Loki que casa muy bien con el dios asgardiano.
Loki se sale de las propuestas televisivas habituales de Marvel en su apuesta decidida por el género y en contar una historia que, aunque tiene su conexión con el MCU, funciona de manera independiente. Quizá sea, junto con Bruja Escarlata y Visión y She-Hulk, de las que más se benefician de ello, incluso aunque presentar al gran villano de la siguiente fase fuera una imposición.
Los datos de la serie
Dónde verla: Disney+.
Temporadas y capítulos: Dos, de seis episodios cada una.
Creador: Michael Waldron, basada en los cómics de Marvel.
Reparto: Tom Hiddleston, Sophia Di Martino, Scott Wilson, Gugu Mbatha-Raw, Wunmi Mosaku.
Si quieres más
Leer: Loki, agente de Asgard, de Lee Garbett, Jorge Coelho y Al Ewing. Es un tomo que reúne varias aventuras del Dios del Engaño.
Ver: Los Vengadores, de Joss Whedon, es la película que cimentó a Loki como uno de los personajes más populares del MCU.
Escuchar: TVA, de Natalie Holt, es el tema principal de la serie. Holt, por cierto, es una de las compositoras para la pantalla más al alza actualmente.