'La materia oscura': el otro gran clásico juvenil reciente
Aparta, Harry Potter: Lyla presenta unas aventuras más ambiciosas que ha costado trasladar a la pantalla
A mediados de los 90 había dos grandes sagas literarias juveniles de éxito salidas del Reino Unido: la más popular internacionalmente era la de Harry Potter de J.K. Rowling, que atrajo enseguida a los lectores con su historia del niño elegido en medio de un mundo de magos, villanos muy poderosos y lo que es su gran hallazgo, gente que no es lo que se dice de ella y chicos que, conforme crecen, se dan cuenta de que han estado muy equivocados en muchas cosas. En las islas británicas, sin embargo, Rowling tenía la competencia de Philip Pullman y la trilogía de La materia oscura, que empezaba de manera similar, con una niña muy especial a quien todo el mundo quería tener bajo su poder, pero enseguida se separaba al introducir temas bastante más ambiciosos, incluida una fuerte crítica a las religiones organizadas.
La medida de su éxito se aprecia en que fue adaptada al teatro en 2003 (con Anna Maxwell Martin y Dominic Cooper como protagonistas) y, ese mismo año, también al formato de ficción sonora en BBC Radio 4. Es cierto que, cuatro años más tarde, se intentó convertir la saga en “la nueva Harry Potter” al estrenar una película, La brújula dorada, que trasladaba al cine el primer libro, Luces del norte, y que no tuvo una recepción demasiado notable pese a contar en el reparto con Nicole Kidman y Daniel Craig.
Ese fracaso, probablemente, dejó la sensación de que La materia oscura no tenía lo necesario para triunfar más allá de las páginas de los libros, y aunque es cierto que es una saga más densa de lo que parece a simple vista, BBC y HBO iban a intentar demostrar que eso no era cierto con una adaptación a serie que tendría que superar hasta una pandemia mundial.
El contexto en el que llegaba esta nueva La materia oscura, que aspiraba a ser más fiel al original, estaba marcado por la búsqueda de todas las cadenas y plataformas de streaming de una gran saga de género que ocupara el lugar de Juego de tronos y por un renovado interés por la fantasía juvenil. El principio de la historia encaja en esa tendencia porque sigue a una niña, Lyra, que vive en un colegio de Oxford donde la han criado unos profesores tras la muerte de sus padres. Ese Oxford, sin embargo, es un poco diferente del que nos imaginamos: para empezar, todas las personas están acompañadas de un animal que es la representación externa de su alma y que se conoce como daemonio (término que viene del griego, daimón). En los niños, su daemonio cambia de forma constantemente porque su personalidad no está formada del todo; cuando eso ocurre en la edad adulta, el daemonio fija su forma externa en un animal acorde con quién es su humano.
Además, existe una institución religiosa llamada el Magisterio que aspira a controlar el conocimiento y el Polvo, una sustancia sobre cuya naturaleza se debate enormemente durante toda la serie, ya que se libran guerras, y se cometen atrocidades, por conseguir la oportunidad de dominarlo. Lyra, por supuesto, está llamada a grandes cosas porque es la única capaz de manejar una brújula de la verdad llamada aletiómetro y, por supuesto, existe una profecía de la que ella es protagonista. Eso quiere decir que el Magisterio va detrás de ella, y también una elegante e inquietante mujer llamada señora Coulter que acabará siendo el gran hallazgo de la serie.
En parte, eso es gracias a la interpretación que hace de ella Ruth Wilson, que consigue que trascienda de ser una mera villana para convertirse en alguien más complejo. La clave está en la relación que mantiene con su daemonio, un mono dorado al que no trata precisamente bien. Coulter tiene unos propósitos muy claros que se irán complicando, en gran parte, por sus propios fantasmas del pasado, con los que tiene que hacer las paces si quiere conseguir alguno de sus objetivos. Uno de ellos es atrapar a Lyra, y el baile que ambas realizan una alrededor de la otra da otra dimensión a una serie que podría ser, simplemente, otra más de aventuras en mundos fantásticos.
Tampoco el viaje de madurez de Lyra es el típico incluso cuando entra en escena Will, un joven de nuestro mundo cuyo destino está unido al de ella. Las muy evidentes connotaciones religiosas detrás de los intentos de controlar a Lyra son más evidentes conforme ella crece y entra en la adolescencia, un periodo de la vida de las mujeres que aterroriza al Magisterio. Y, por otro lado, esta institución teme que alguien sea capaz de estudiar el Polvo y proponer una explicación cientifíca de su naturaleza que rebata la que ellos han impuesto por la fuerza. Porque tienen a su disposición todo un ejército que machaca sin piedad a quienes se atrevan a llevarles la contraria.
Que el Magisterio sea el gran villano de la historia, más la aparición de unos ángeles bastante diferentes, ha situado siempre La materia oscura en el centro de las críticas y las prohibiciones de diferentes organizaciones religiosas, tanto en Reino Unido como en Estados Unidos, que aseguran que ataca los fundamentos de los valores cristianos. Los libros abogan por la importancia del conocimiento, algo que en la serie no está tan potenciado aunque, sobre todo al final, sí se mantenga el protagonismo de Mary Malone, esa investigadora de la materia oscura que acaba dando con algo crucial para la resolución de todo el conflicto.
La serie va evolucionando con su trama, y aunque hay aspectos que nunca terminan de funcionar del todo, como las brujas o el rol del explorador Lee Scoresby, sí consigue desarrollar a Lyra y Will como protagonistas a los que merece la pena seguir y deja bien claro el mensaje contra la religión organizada y el fanatismo que Pullman incluyó en los libros. En ocasiones, se nota que Jack Thorne, prestigioso guionista y dramaturgo encargado de la adaptación, sufre para meter todo lo importante en tan pocos capítulos (ninguna temporada llega a diez), pero se agradece que se atreva a tratar temas poco habituales en la supuesta ficción juvenil fantástica.
Los datos de la serie
Dónde verla: HBO Max.
Temporadas y capítulos: Tres, de ocho, siete y ocho episodios respectivamente.
Creador: Jack Thorne, basada en los libros de Philip Pullman.
Reparto: Dafne Keen, Amir Wilson, Ruth Wilson, James McAvoy, Lin-Manuel Miranda, Anne-Marie Duff.
Si quieres más
Leer: La bella salvaje, de Philip Pullman, es el primer volumen de El libro de la oscuridad, una nueva trilogía que cuenta otra historia dentro del mundo de la saga original.
Ver: Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario (2003), de Andrew Adamson, adapta el primer libro de la saga fantástica de C.S. Lewis que trabaja también con una importante iconografía religiosa, en este caso, cristiana, pero sin el lado científico de Pullman.
Escuchar: Lyra, de Kate Bush, es la canción con la que se cierra la película de 2007.