'El problema de los 3 cuerpos': que vienen los extraterrestres
La adaptación del libro de Cixin Liu es otra vuelta de tuerca a las historias de invasiones
Es bastante inusual que un escritor chino de ciencia ficción se convierta en un fenómeno literario mundial, pero ese ha sido el caso de Cixin Liu con su saga iniciada con El problema de los tres cuerpos. Tiene un premio Hugo, un par de adaptaciones de sus novelas a cine y televisión en su país y toda una legión de seguidores en Occidente enganchados a sus historias de hard sci fi en las que la Tierra está amenazada siempre de una manera u otra. Una de ellas es la muerte del Sol (en La Tierra errante); la otra es la inminente llegada de una civilización extraterrestre. O todo lo inminente posible cuando se tardan 400 años en cubrir el trayecto desde su planeta moribundo hasta el nuestro.
Eso es lo que cuenta esa trilogía que le ha dado fama a Liu, y que arranca en plena Revolución Cultural, un periodo bastante aciago en la historia china en el que Mao Zedong impuso por la fuerza su pensamiento comunista, eliminando cualquier vestigio de otros pensamientos, tradiciones, religiones y hasta teorías científicas. Sin embargo, el libro muestra que, de manera clandestina, el ejército llevaba a cabo su respuesta particular a la carrera espacial que Estados Unidos y la URSS habían lanzado al desarrollar un programa que enviaba mensajes al espacio.
¿Y si uno de esos mensajes tuviera respuesta? Es una pregunta clásica dentro de la ciencia ficción moderna. ¿Qué ocurriría si una civilización alienígena siguiera los mensajes y las instrucciones incluidos en las sondas Voyager? ¿O si un radiotelescopio terrestre captara una señal alienígena y alguien decidiera contestar? Variaciones del primer contacto entre la Tierra y los extraterrestres hay de todos los colores, desde Star Trek hasta Contact, pero El problema de los 3 cuerpos encuentra la manera de contarla de un modo que parece original.
Para empezar, que el origen de todo esté en China ya es algo diferente a lo que estamos acostumbrados los aficionados al género. Para la adaptación del libro en Netflix, parte de la historia se ha occidentalizado y transcurre, en buena parte, en Inglaterra, pero ese origen en la Revolución Cultural se mantiene. Es la segunda traslación de El problema de los 3 cuerpos a imágenes después de que la televisión china hiciera su propia versión, pero esta cuenta con el interés de ser el primer gran proyecto en ficción de David Benioff y D.B. Weiss después de Juego de tronos, la serie que los lanzó a la fama y que se convirtió en el estándar que todo el mundo quiere repetir después.
Benioff y Weiss desarrollan la serie junto con otro veterano guionista televisivo como Alexander Woo, que ha participado en proyectos tan dispares como True Blood, Manhattan (la Oppenheimer buena, si queremos crear polémica) o la segunda temporada de The Terror, y no pierden demasiado el tiempo en presentar toda la historia. Al fin y al cabo, solo disponen de ocho episodios para que los espectadores se enganchen a lo que, inicialmente, parece un misterio más clásico con un agente secreto con muy poca pinta de James Bond investigando los extraños suicidios de diferentes científicos por todo el mundo.
En paralelo, varios físicos que estudiaron juntos en Oxford afrontan la muerte de su mentora, una inquietante cuenta atrás y la aparición de un videojuego de realidad virtual ultrarrealista que podría albergar las respuestas a lo que está ocurriendo. Que se encuentra ya en el título de la serie: el problema de los tres cuerpos es un clásico dilema de la mecánica orbital que establece la imposibilidad de determinar las posiciones en el espacio y velocidades de tres objetos con masa sujetos a una atracción gravitacional mutua.
Todos ellos, más una colección de personajes que va apareciendo conforme se desvela lo que está en juego de verdad, tienen que plantearse diversas preguntas sobre su existencia, su fe en la ciencia y el destino del planeta. La insistencia de la especie humana por destruirse y destruir, de paso, los recursos naturales es un tema que subyace por debajo de toda la historia, y es de algún modo un reflejo de esos alienígenas que se ven forzados a buscar su supervivencia en las estrellas, lejos de su mundo, porque este también se encuentra constantemente al borde de la extinción.
Es un planteamiento que encaja con la preocupación reciente de la ficción por la deriva climática de la Tierra y la fuerza del negacionismo en determinadas corrientes políticas y religiosas, plasmada por ejemplo en No mires arriba. Pero en este caso, no es lo que ha terminado generado controversia alrededor de la serie. Por un lado, la compra de los derechos del libro y está empañado por el envenenamiento de uno de los productores chinos y, por el otro, no han faltado las acusaciones de excesiva occidentalización del libro y hasta quienes se rasgan las vestiduras porque la ciencia presentada en la serie no es exacta.
El problema de los 3 cuerpos toma los elementos básicos de esa ciencia y construye a partir de ahí la clásica historia de la humanidad ante el Juicio Final. ¿Qué harías si supieras a ciencia cierta que viene el fin del mundo? No es una historia nueva, como tampoco lo es el entramado de intereses que se genera alrededor de la llegada de los extraterrestres; Expediente X, sin ir más lejos, armaba toda la conspiración que intentaba desentrañar Fox Mulder sobre eso. La gracia está en el origen de todo, en cómo alguien oprimido puede tomar la decisión más drástica en un momento de furia y desesperación.
Los datos de la serie
Dónde verla: Netflix.
Temporadas y capítulos: Una, de ocho episodios.
Creadores: David Benioff, D.B. Weiss y Alexander Woo, basada en los libros de Cixin Liu.
Reparto: Eiza González, Jovan Adepo, Benedict Wong, Jess Hong, Liam Cunningham, Alex Sharp, John Bradley.
Si quieres más
Leer: Cita con Rama, de Arthur C. Clarke, es uno de los grandes clásicos de primeros contactos con lo que podría ser una civilización alienígena.
Ver: El problema de los 3 cuerpos es la versión china de las novelas, producida por la plataforma WeTV, y que opta por una adaptación mucho más pegada a los originales.
Escuchar: This bitter Earth, de Dinah Washington, es la canción que se intuye en el tráiler final de la serie.